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La casa Carvajal: brutalismo en estado puro a las afuera de Madrid

Diseño
Exterior de la Casa Carvajal. Carlos Carvajal Ferrer. Fotografía de Luis Argüelles, propiedad de Fundación Docomomo Ibérico.

Exterior de la Casa Carvajal. Carlos Carvajal Ferrer. Fotografía de Luis Argüelles, propiedad de Fundación Docomomo Ibérico.

Este mes nos adentramos en uno de los iconos de la arquitectura brutalista en nuestro país. El arquitecto barcelonés Javier Carvajal Ferrer construyó en la madrileña urbanización de Somosaguas varias viviendas unifamiliares en la década de 1960 sobre las que destaca una: La Casa Carvajal.

Esta vivienda diseñada para él mismo y su familia se inspira no sólo en las obras de arquitectos modernos como Frank Lloyd Wright o Carlo Scarpa, sino también en edificios históricos como la Alhambra. La relación con la luz y el exterior marcan esta rotunda mansión de hormigón que se esconde entre la naturaleza que ha ido creciendo a su alrededor.

Entrada de la Casa Carvajal. Carlos Carvajal Ferrer. Fotografía de Luis Argüelles, propiedad de Fundación Docomomo Ibérico.

Entrada de la Casa Carvajal. Carlos Carvajal Ferrer. Fotografía de Luis Argüelles, propiedad de Fundación Docomomo Ibérico.

La materialidad como hilo conductor del proyecto

Si algo destaca en la Casa Carvajal es la marcada materialidad que le otorga el uso del hormigón. Este material no sólo se encuentra en las paredes de la vivienda, sino también en sus techos y pavimentos exteriores. El encofrado de tablillas utilizado tanto para las paredes como para la cubierta le otorga una marcada personalidad. El pavimento exterior se resuelve mediante una losa de hormigón modulada de acuerdo con la propia ortogonalidad de la casa. Los giros de 45 grados que se producen en los espacios interiores de la vivienda se ven reflejados en esta trama cuadrada.

Las cubiertas de hormigón vuelan por encima de un pavimento que coloniza los espacios exteriores del jardín y la piscina. Los continuos cambios de nivel que se producen tanto en el interior como en el exterior de la vivienda consiguen desdibujar los límites entre las estancias y los espacios exteriores. 

Los tonos grises y texturas crudas del hormigón en el exterior nos acompañan a un interior donde en contraste son protagonistas los tonos blancos y el suelo de baldosa hidráulica. Dentro de la vivienda la ausencia de particiones entre espacios y el uso de la luz natural a través de los patios consiguen generar un único espacio fluido en contacto continuo con el exterior.

En su interior encontramos detalles en hormigón como la chimenea o los parteluces de las fachadas que nos recuerdan la materialidad exterior del edificio. Esta marcada personalidad ha servido para que la Casa Carvajal sea el escenario de películas como La Madriguera de Carlos Saura y de videoclips musicales como el reciente Comerte entera de C. Tangana. 

La Casa Carvajal nos enseña que tratar el pavimento desde el punto de vista material puede conseguir unificar el aspecto global de un proyecto. Elementos como la naturaleza y la luz juegan también un papel fundamental a la hora de caracterizar los distintos espacios.

Interior de la Casa Carvajal. Carlos Carvajal Ferrer. Fotografía de Luis Argüelles, propiedad de Fundación Docomomo Ibérico.

Interior de la Casa Carvajal. Carlos Carvajal Ferrer. Fotografía de Luis Argüelles, propiedad de Fundación Docomomo Ibérico.

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